Ciudad, música y creación
Ciudad, música y creación. Ciudades creativas: presente y futuro ha sido el título de las XIII Jornadas Ciudades Creativas Kreanta celebradas en la ciudad portuguesa de Setúbal del 18 al 20 de octubre de 2023., que se han focalizado en la centralidad de la cultura y la creatividad para el desarrollo y la transformación social sostenible de las ciudades metropolitanas y medianas, así como las políticas para el fomento de la creación local desde el cuidado.
Los nuevos retos de las políticas públicas culturales locales
El primer panel de las Jornadas versó sobre los retos de las políticas culturales locales que aparecen en el actual contexto de inestabilidad. Moderado por Ana Paula Laborinho, directora en Portugal, de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), contó con la participación de Mercedes Giovinazzo, directora de la Fundación Interarts; Pedro Pina, concejal de Cultura, Deporte, Derechos Sociales, Salud y Juventud del Ayuntamiento de Setúbal; y, Félix Manito, presidente de Fundación Kreanta.
Las intervenciones destacaron que la cultura es una herramienta clave para desarrollo y transformación de las ciudades. A pesar de que está implícita en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), todavía no está reconocido su rol y la centralidad que juega en la transformación social explícitamente en la Agenda 2030. En este sentido, Félix Manito remarcó las palabras iniciales de la Declaración de Cáceres:
“Cultura es lo que da sentido a la vida. Cultura es ensanchar lo real a través de lo soñado. Cultura es convertir lo banal en imprescindible, lo efímero en eterno. Cultura es hacer gigante lo pequeño, infinito lo perecedero. Cultura son derechos, cultura es libertad. Cultura es progreso y sobre todo democracia.”
De hecho, la Declaración de Cáceres, aprobada recientemente (septiembre de 2023), por los ministros de Cultura de la Unión Europea durante la presidencia española, incorpora el compromiso de liderar la formalización en un 18º ODS específico el papel de la Cultura en el desarrollo para que sea incluido dentro de la Agenda 2030.
Otro de los principales retos de las políticas públicas culturales a escala local destacados fue la necesidad de fomentar este poder transformador de la cultura en la vida de las personas y en la sociedad, potenciando su incidencia en aspectos menos desarrollados como la salud y el bienestar. En esta misma línea, se enfatizó la importancia de promover la cultura como valor público, puesto que permite crear ciudadanía y aumenta la resiliencia de las ciudades cuando se producen contingencias. Para ello, las intervenciones señalaron que hay que impulsar el despliegue de los derechos culturales, como ya lo están haciendo algunas ciudades, así como fomentar la cooperación entre ciudades, convirtiéndolas en “ciudades nodo” y la cooperación Sur-Sur. También se destacó que en la planificación de las políticas culturales es clave situar como ejes la inclusión social y la descentralización territorial. Finalmente, se concluyó que hay que abordar la cultura digital y la inteligencia artificial, puesto que la tecnología no es neutra y tiene cada vez más incidencia tanto en la vida de las personas como en la cultura.
El valor cultural de las ciudades metropolitanas
Las ciudades, que se encuentran en las áreas metropolitanas o en proximidad de grandes ciudades que son referentes culturales, tienen el reto de posicionarse culturalmente. En este sentido, el panel sobre el valor cultural de las ciudades metropolitanas, moderado por Nancy Ferreira, directora de la Cátedra Iberoamericana de la Universidad Autónoma de Lisboa, permitió profundizar en diversos casos y estrategias internacionales que enfrentan este reto.
Alexandre Santini, actualmente, presidente de la Fundación Casa de Rui Barbosa dependiente del Ministerio de Cultura de Brasil, destacó la dimensión social y económica de la cultura y su papel en la creación de activismo e identidad. De ahí, la importancia de situar la cultura y el conocimiento en el centro de la estrategia de desarrollo de las ciudades. Como director de Culturas de la ciudad de Niterói, con 481.749 habitantes y perteneciente al área metropolitana de Río de Janeiro, Alexandre Santini impulsó, en 2021, la Carta de Derechos Culturales de Niterói, desde el convencimiento de que la cultura es un derecho de ciudadanía que debe ser incorporado y desplegado en las estrategias de las ciudades.
Manuel Gama, coordinador del Plan Estratégico de Cultura de Setúbal, ciudad que cuenta con 123.519 habitantes y forma parte del área metropolitana de Lisboa, destacó la necesidad de generar procesos de planificación estratégica, como el iniciado en Setúbal, para implicar a la población en la reflexión sobre el rol cultural que pueden jugar las ciudades metropolitanas. Gama considera que la cultura tiene que ser objeto de descentralización y ha de tener raíz en el territorio local, por otro lado, transversalidad, coordinación y cooperación han de ser el fundamento de la acción cultural. El acceso a la cultura, la participación en los procesos de creación y la oportunidad de orientar las políticas públicas en materia cultural se encuentran ya en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), base fundamental de los derechos culturales. También destacó que la inclusión social, uno de sus componentes básicos, ha de extenderse también a los profesionales de la cultura con el fin de acabar con la precariedad laboral en el sector.
Vicky Alquézar es responsable del Departamento de Cooperación Europea de la Agencia de Desarrollo del Bidasoa, Bidasoa Activa, que da servicio a dos ciudades cercanas a San Sebastián y que son limítrofes: Irún de 60.191 habitantes y Hondarribia de 17.029. En su exposición, destacó que la estrategia de innovación y promoción de las industrias creativas desarrollada desde Bidasoa Activa se fundamenta en el establecimiento de alianzas. A nivel interno, fomenta el trabajo transversal entre las áreas culturales, sociales y económicas; mientras a nivel externo, establece relaciones de colaboración entre el sector público y el privado; además, desarrolla una cooperación intermunicipal, que, por la posición transfronteriza de ambos municipios, implica también localidades francesas.
Jean Damien Ricaut, director de Cultura del Ayuntamiento de Tournefeuille, municipio situado en el área metropolitana de Toulouse y con 28.763 habitantes, explicó como Tournefeuille ha hecho de la cultura su marca de identidad. Con recursos limitados, esta ciudad ha sabido aprovechar las oportunidades que supone la saturación cultural de la gran urbe, para atraer festivales y artistas que no tienen espacio en Toulouse.
En el panel, se destacó que es necesario sustituir el término “gasto” en cultura por inversión en cultura. También se señaló la importancia de los trabajos que se están desarrollando desde Ibercultura Viva para elaborar indicadores culturales sobre desarrollo económico, social y humano, puesto que son clave para la elaboración de cualquier política cultural y proceso de planificación estratégica en cultura.
Claves para la construcción de políticas culturales en ciudades medianas
En este panel, moderado por Roser Bertran, vicepresidenta de Fundación Kreanta, se ratificó que las políticas culturales en ciudades medianas deben ser consideradas como una inversión puesto que tienen repercusiones positivas en otros ámbitos (social, educativo, económico…). Luís Ben, socio de La Comuna del Sur; Ana Oliveira Silva, directora del Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Seixal en Portugal; Enrique Glockner, secretario de Cultura del Estado de Puebla en México y Juan Carlos Barreto, coordinador del Área de Gestión Territorial de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, ahondaron en la importancia de crear conexiones para generar políticas culturales locales que impliquen a la población.
Desde los diferentes niveles institucionales representados en el panel, se ratificó la importancia de la planificación y la estrategia, así como de promover una sensibilidad hacia la cooperación multinivel entre administraciones competentes en cultura, así como con otros agentes. En este sentido, Juan Carlos Barreto compartió la experiencia de la política de descentralización de servicios y equipamientos culturales del Ministerio de Cultura de Uruguay, que está estableciendo una red de centros culturales nacionales y usinas culturales, donde la cooperación entre los niveles nacional y departamental es imprescindible. Asimismo, Enrique Glockner señaló que es necesario establecer un diálogo territorial entre el ámbito rural y el urbano para establecer conexiones entre contextos muy diferentes. Por otro lado, reconoció que existe un patrimonio en el trabajo comunitario, sobre todo en localidades pequeñas, que hay que revalorizar como fuente de innovación social.
Luís Ben, en consonancia con Ana Oliveira, valoró que el trabajo desde lo local permite hacer frente a la tendencia hacia la uniformización de la cultura, fomentando identidades culturales propias. Luís Ben estableció las tres claves que considera necesario tener en cuenta para la acción política en el campo de la cultura. La primera es la gobernanza multinivel, que debe articularse en el espacio competencial, (UE, Estado español, Comunidades Autónomas, mundo local) bajo los principios de subsidiariedad y descentralización, dando espacio a las “voces locales” y evitando la jerarquización. La segunda es la responsabilización, primando el principio de concurrencia y visibilización. La tercera clave son los recursos, siendo la financiación suficiente su principal soporte. Luís Ben también advirtió que hay sectores depredadores de la cultura, como el turismo, que, a pesar de ser menos productivos que esta, se aprovechan de las inversiones que se realizan en cultura.
Políticas y prácticas para el fomento de la creación local. Gestión colaborativa, comunitaria y social de la creación local
El panel sobre gestión colaborativa y comunitaria de la creación local, moderado por Emilio Palacios, director-adjunto de Fundación Kreanta, tuvo como referente dos principios de la Agenda 2030 de la UNESCO (ODS): la inclusión y la participación. En él, se presentaron experiencias culturales, que tejen ecosistemas creativos desde diferentes tipos de instituciones.
María José Mira, directora ejecutiva de Frutillar Ciudad Creativa, presentó cómo esta localidad chilena de 18.427 habitantes se convirtió en Ciudad Creativa de la UNESCO en 2017, gracias a su tradición musical. La “historia improbable” de esta población, dadas sus dimensiones, se debe a que las industrias creativas se han puesto al servicio del desarrollo social y no solo del económico. En su intervención, señaló el compromiso y la importancia política de pertenecer a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO, tanto desde el punto de vista de la cultura, como desde las responsabilidades que comporta en la educación, la innovación, el crecimiento económico, la inclusividad y la sustentabilidad ambiental.
Por su parte, Mauro Rodríguez, director de la Feria itinerante de música El Noa Tiene que Andar (NOA – Noroeste de Argentina), disertó sobre cómo se articula este mercado musical itinerante para hacer que los músicos puedan tener condiciones de vida dignas. En El Noa participan artistas independientes que defienden la autogestión, tejiendo redes con los distintos actores de la industria musical. La feria trabaja con músicos locales para que puedan llegar tanto a los mercados locales como a los internacionales, proporcionando formación, espacios de exhibición, acompañamiento y convenios con otros países.
Marta Rodríguez, fundadora y directora de las organizaciones Ruge Rosario y La Mundial Music, señaló cómo este colectivo se implica en eventos como las fiestas del barrio del Cabanyal-Canyamelar de Valencia (España) fomentando la co-creación con la comunidad. Desde su propia experiencia, considera que la relación con los movimientos sociales se hace imprescindible para generar proyectos de transformación del espacio público y de los barrios. Desde su proyecto, consideran que el desarrollo social comunitario solo puede lograrse “haciendo calle, escuchando”, desde la “amabilidad revolucionaria”, sin considerar a las personas como meros consumidores de cultura.
Saúl Lázaro Ortíz, vicepresidente de la red de Gestores Culturales de Andalucía (GECA), señaló como la red tiene tres ámbitos de actuación: gestión colaborativa (trabajar juntos, objetivos comunes, creatividad), gestión comunitaria (involucrar a la comunidad, democracia cultural) y gestión social (cultura y arte como herramientas para promover el cambio social, la inclusión y el empoderamiento de la comunidad). Para ello, se aplica el principio de humanización de la gestión, desde el trabajo horizontal entre gestores y comunidades realizado con proximidad, fomentando la participación activa de músicos, artistas, productores, junto con los gestores y gestoras culturales
Pedro Rego, director pedagógico del Conservatorio Regional de Setúbal, cerró el panel señalando la contribución que realizan los organismos de educación artística en la generación de tejido cultural, desde la creación de públicos hasta la profesionalización.
Movilidad de proyectos culturales
El panel sobre movilidad de proyectos culturales, moderado por Adriana Pedret, directora ejecutiva de EXIB Música, se focalizó en generar un debate en torno a cómo innovar desde los cuidados para una internacionalización artística sostenible. En el panel intervinieron: la gestora cultural Noa López, el periodista José Fajardo, el programador de 21 Distritos en Madrid, Adrián Sepiurca, y Alex Serra, responsable del área de proyectos sociales del Taller de Músics de Barcelona.
Las intervenciones convinieron que, actualmente, pese al gran interés existente sobre el hecho artístico, la internacionalización de los artistas es insostenible debido a numerosos factores: disparidad normativa entre países y entre regiones, elevado coste de los desplazamientos, informalidad contractual, burocratización, dificultad para la obtención de visados, entre otros. Las diferentes personas participantes en la mesa señalaron que la primera acción que tienen que llevar a cabo gestores culturales y artistas es adquirir conocimientos sobre los recursos existentes a los que se puede tener acceso. En este sentido, se hizo referencia al Estatuto del Artista, recientemente aprobado por el Gobierno Español; a la urgencia de presionar para lograr mejorar los mecanismos de gestión que faciliten el trabajo de gestores culturales y artistas; y a la necesidad de relacionarse con las administraciones públicas, que disponen de recursos y necesitan proyectos.
Paralelamente, se señaló que es imprescindible humanizar los procesos de movilidad y se apuntó la necesidad de planificación, de creación de vínculos con las comunidades locales y de sembrar proyectos situados. También se planteó la necesidad de crear nuevas narrativas, generando formas de comunicación que permitan trabajar sobre las necesidades de los diferentes agentes y favoreciendo relaciones de confianza entre los diferentes actores que intervienen en el sector. El panel y las Jornadas técnicas concluyeron destacando la importancia de generar espacios para compartir conocimientos y recursos.
Las intervenciones están accesibles en el Canal Youtube de Ciudades Creativas Kreanta
Las presentaciones pueden consultarse aquí
Gestora cultural y consultora de políticas culturales. Licenciada en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universitat Pompeu Fabra y Máster en Gestión Cultural por la Universidad de Barcelona. Ha realizado numerosos planes estratégicos de cultura, mapas de equipamientos culturales y otros estudios sobre diferentes aspectos de la gestión cultural y políticas culturales locales, así como colaborado con diferentes publicaciones. Está vinculada a la Fundación Kreanta como coordinadora de proyectos y responsable de comunicación. También participa activamente en el movimiento asociativo en los ámbitos de la cultura y la educación, como co-fundadora y miembro activo de diferentes proyectos.