En el número 22 de CCK Revista, en el apartado Tendencias, Oriol Estela Barnet, Coordinador General de la Asociación Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona, nos ofrece sus reflexiones sobre La metrópolis de Barcelona ante los retos de futuro, generados por un área metropolitana “que abarca un centenar largo de municipios y unos cinco millones de habitantes”, que actúan coordinadamente, mediante el Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), para dar respuesta a los desafíos que la aglomeración urbana comparte con otras urbes mundiales.
Desde 1990, con el Plan Estratégico Económico y Social Barcelona 2000, hasta el Compromiso Metropolitano 2030, el Área Metropolitana de Barcelona ha ido dotándose de una agenda compartida “que transciende los corsés administrativos (aunque no los ignora) y que interpela a un amplio número y variedad de actores de este vasto territorio”. Al Compromiso se ha llegado a través de un proceso participativo destinado a “tomar el pulso de los retos sobre el terreno y en las voces de sus actores principales y explorar el nivel de incorporación de la dimensión metropolitana en todo ello”.
Estela refleja en su artículo las diferentes miradas con las que se ha trabajado para alcanzar el Compromiso: la resiliencia, la oferta de oportunidades de progreso, la cohesión social, la aplicación del talento, la potenciación de la cultura, la gobernanza multinivel y la apertura al mundo global. Como resultado del proceso participativo se han alcanzado compromisos que abarcan la economía inclusiva, los niveles de renta, la emergencia ambiental y climática, la movilidad, la alimentación, la vivienda, la cultura y la cohesión territorial. El compromiso de “mayor calado estratégico” es el “Pacto Urbano-Rural a partir del cual se aborden de manera compartida los retos de la provisión de agua, de alimentos o de energía, pero también el reparto de la vivienda, de la actividad económica o del mencionado talento entre estos territorios interdependientes”.
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